Les plans de l'avenir en commun

Nuestra estrategia en Europa

aplicar nuestro programa, cueste lo que cueste.

Les plans de l’Avenir en commun complètent le programme de Jean-Luc Mélenchon pour l’élection présidentielle, disponible en librairie. 

 

Les plans précisent les premiers actes d’un gouvernement et d’une majorité de l’Union populaire, dès leur arrivée au pouvoir, pour faire face à de grandes urgences sociales, environnementales et démocratiques. Ils mettent ainsi en lumière la façon dont l’Avenir en commun apportera des réponses concrètes et immédiates pour, par exemple, éradiquer la pauvreté, mettre en œuvre la règle verte ou encore passer à la 6e République.

 

Ils ont été élaborés de manière collective, au sein de l’espace programme coordonné par Clémence Guetté et Hadrien Toucel, grâce au travail de parlementaires de la France insoumise, de membres du parlement de l’Union populaire et des groupes thématiques. 

 

Ils ont été nourris par des auditions et contributions d’expert·es, d’associations, d’ONG, d’universitaires, de hauts fonctionnaires, de syndicalistes.

 

Ces documents s’ajoutent aux livrets, qui ont vocation à compléter l’Avenir en commun.

Sommaire

PREÁMBULO DE JEAN-LUC MÉLENCHON

¿Quien aún cree sinceramente en las grandes promesas de una Europa social, ecológica y democrática que nos cantan en cada elección presidencial?

Poca gente. Veinte años de destrucción de los servicios públicos y de los derechos de los trabajadores, de contaminación masiva, de competencia desenfrenada y de privatizaciones no han hecho más que poner a las instituciones europeas en contra de los pueblos del continente.

La verdadera historia de la Unión Europea es la de una profunda decepción y, desde 2005, de una usurpación. En efecto, si desde la Europa de los seis esta unión original ha cambiado de naturaleza política, de geografía, de sentido geopolítico, en varias ocasiones, en la historia reciente se ha sobrepasado un límite. Desde el ‟no” al referéndum de 2005 por parte de dos de los pueblos fundadores, transformado en Francia en “sí” por un congreso parlamentario de abuso de poder, la Unión Europea tal y como la conocemos hoy es una construcción ilegitima frente a la soberanía del pueblo francés.

La elección presidencial de 2022 nos impone abordar seriamente nuestra relación con la Unión europea y nuestra estrategia.

No se trata de preguntarse a que se parecería Europa en un mundo ideal. Se trata concretamente de dotarse de los medios para aplicar en Francia un programa de ruptura ecológica, democrática, económica y social, aunque sea infringiendo la normativa europea. Rechazamos el debate abstracto a favor o en contra de Europa que a Emmanuel Macron le gustaría imponer.

Por supuesto, nuestra tradición histórica sigue siendo la del internacionalismo, por supuesto estamos favorables a la cooperación internacional, cuando mejora a las condiciones de vida y permite abordar colectivamente los desafíos comunes. Pero nos negamos a imponer al pueblo francés unas restricciones que ha rechazado y que impiden el progreso ecológico y social.

Por lo tanto, proponemos otra vía: respetar escrupulosamente la soberanía popular en Europa e imponer en cualquier circunstancia un principio de no-regresión ecológica y social. Nuestro objetivo es simple: la mejor oferta en materia de progreso ecológico y social.

Nuestro compromiso es claro: aplicar nuestro programa, en su totalidad. Para ello, nuestra estrategia europea descansa en el análisis lúcido de los obstáculos impuestos por la normativa europea a la aplicación de nuestro programa y propone una metodología para levantar dichos bloqueos.

Implica a la vez la construcción de un equilibrio de poder y de medidas unilaterales de desobediencia.

La historia entera de la Unión Europea está hecha de estas relaciones de poder y de cooperaciones de geometría variable: es hora de utilizarlas nosotres también para dotarnos de los medios necesarios para implementar nuestro programa. De lo contrario, nos estaríamos condenando a las mentiras electorales y a las traiciones de gobiernos anteriores.

Nuestros adversarios lo han entendido bien y siempre han sabido encontrar fallos para obtener lo que querían: el pueblo francés también tiene la capacidad de hacer respetar su voluntad, apoyándose en el mandato popular que se habrá dado a la ambición que nos proponemos con nuestro programa l’Avenir en commun.

Tener un análisis lúcido de la situación de la Unión Europea

Los resultados catastróficos del quinquenio europeo de Macron

Emmanuel Macron sueña con ser campeón de Europa, pero su balance europeo es catastrófico. Ha cedido en todo: las obsesiones contables de los gobiernos del norte, así como a las derivas autoritarias de los gobiernos del este. Sus grandes discursos sobre el clima y las desigualdades nunca se han traducido en hechos. Su gobierno se ha comprometido en vergonzosas alianzas para hundir las escasas medidas de progreso humano y ecológico.

Y su conferencia sobre el futuro de Europa, un « gran debate » que supuestamente reconciliaría a los pueblos de Europa y la Unión Europea, es tanto una mascarada como un fracaso democrático.

Macron ha cedido en todo

  • Cedió frente a los Estados tacaños: aceptó que obtuvieran una reducción de 53 mil millones de euros durante 7 años en su contribución al presupuesto de la Unión.
  • Validó un minúsculo plan de recuperación, tres veces inferior a lo que pedía el Parlamento Europeo, y compuesto principalmente por préstamos.
  • Legitimó la regla de oro del 3% de déficit que pretendía querer reformar1, aceptando que el dinero del “estímulo” esté condicionado a reformas estructurales de austeridad.
  • Cedió ante los Estados autoritarios al aceptar debilitar el mecanismo de respeto al Estado de derecho, que tenía que garantizar que las libertades fundamentales y los principios democráticos básicos ya no puedan ser atacados2.
  • Mantuvo el estatuto de trabajador desplazado, y por lo tanto el dumping, a pesar de sus promesas. Hasta empeoró la situación: los subsidios de alojamiento, comida y transporte dependen del país de origen desde 2018.
  • Aceptó la negociación de nuevos tratados de libre comercio3 bajo la presión de Alemania en particular, prometiendo al mismo tiempo la relocalización de sectores estratégicos4.
  • Hizo de la conferencia sobre el futuro de Europa un mero ejercicio de comunicación sin un objetivo claro de revisión de los tratados5.

A escondidas, Macron luchó por lo peor

  • Combatió mano a mano con los grandes jefes para debilitar una ambiciosa directiva sobre la transparencia fiscal de las multinacionales6.
  • Maniobró para bloquear los permisos parentales europeos, a los que calificó como « una buena idea que puede ser muy costosa y terminar siendo insostenible »7.
  • Se alió con la extrema derecha de Viktor Orbán en Hungría8 y el gobierno autoritario de la República Checa para defender el gas y el nuclear como energías verdes en la taxonomía europea (la futura etiqueta europea de sostenibilidad ecológica)9.
  • Convirtió al primer ministro holandés Mark Rutte en su aliado favorito en el Consejo Europeo, ya que dirige uno de los peores paraísos fiscales europeos y que quiere imponer la austeridad al resto de Europa10.
  • Se presentó como el campeón de la tierra, pero no respetó ninguno de los objetivos ecológicos de Francia establecidos por la Unión Europea en términos de clima, contaminación del aire11 o preservación de la biodiversidad.
  • Encubrió la opacidad de los contratos con las farmacéuticas en la gestión de la crisis sanitaria y se negó a apoyar las iniciativas internacionales para levantar las patentes de las vacunas.
  • Intentó sabotear la propuesta de directiva imponiendo una presunción salarial para los trabajadores de las plataformas digitales (los riders), presentada por la Comisión Europea el 9 de diciembre 2021. Tiene previsto utilizar la presidencia francesa del Consejo de la Unión Europea para frenar la adopción de esta directiva, combatiendo así uno de los pocos avances sociales propuestos por la UE.

El contexto 2022 ofrece oportunidades para un gobierno francés de ruptura

En 2022, la Unión Europea estará en un cruce de caminos

  • Francia ocupa la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea de enero a junio de 2022. Por lo tanto, el nuevo presidente francés podrá dictar la agenda política europea, lo que solo ocurre una vez cada 14 años. Organizaremos entonces una gran cumbre europea en cuanto llegemos al poder.
  • Europa deberá decidir en 2022 si restablece las reglas suspendidas temporalmente durante la crisis, tanto en materia de control presupuestario de los Estados como de supervisión de las ayudas públicas a las empresas.
  • Deberá elegir entre acelerar o detener el proceso de adhesión de los países balcánicos a la Unión Europea y la búsqueda de la ampliación sin una armonización social previa.
  • La conferencia de Emmanuel Macron sobre el futuro de Europa no se traducirá en un cambio significativo de los tratados europeos, a pesar de que la opinión pública europea lo espera ampliamente.

Las instituciones europeas son más frágiles que nunca

  • El Consejo Europeo (la reunión de los jefes de Estado europeos) está dividido y no será capaz de unirse contra la llegada de un gobierno popular en Francia:
  • El reinado de Merkel está llegando a su fin y su sustituto, Olaf Scholz, se verá debilitado por las contradicciones internas de la coalición de gobierno que ha formado.
  • Los países del Sur no aceptarán que se repita la respuesta europea a la crisis de 2008 cuando la obsesión por la austeridad sumió a países enteros en una situación terrible.
  • La extrema derecha reaccionaria está desestabilizando las instituciones europeas y los ataques a las libertades fundamentales y al Estado de derecho en Hungría y en Polonia están cristalizando tensiones.

La Comisión Europea está más débilitada que nunca:

  • Su presidenta Ursula Von der Leyen es la peor elegida de la historia, por una mayoría muy estrecha (383 votos, solo 9 más que el umbral necesario).
  • No ha podido coordinar las respuestas sanitarias de los Estados miembros e imponer sus términos en los contratos con los laboratorios.
  • Sus tentativas torpes y mal controladas de existencia geopolítica la han debilitado repetidamente a nivel internacional, como contra Erdogan o Putin.
  • Su impotencia frente al cuestionamiento del Estado de derecho en Hungría y Polonia ha permitido que los gobiernos autoritarios de extrema derecha ganen fuerza.

La ideología europea del todo mercado está siendo derrotada y cuestionada

La industria europea amenazada:

  • El libre comercio ha provocado una desindustrialización catastrófica: Europa ni siquiera ha sido capaz de producir material básico de salud (mascarillas, test, etc.) y vacunas.

El marco europeo fracasa ante la crisis climática:

  • La competencia libre y no sesgada y el reino del mercado a toda costa han demostrado su total ineficacia a la hora de bifurcar nuestro modelo de producción. Como resultado, la Unión Europea no está cumpliendo sus objetivos climáticos, aunque ya está muy por debajo de las recomendaciones del GIEC.

El Estado social atacado:

  • Las terribles consecuencias de la austeridad se han materializado con los sistemas de salud sumergidos por la pandemia y las redes de seguridad social superadas por la crisis.
  • La carrera por el dumping fiscal ha dado lugar a numerosos escándalos de evasión fiscal y una nivelación a la baja de los impuestos, lo que contrasta con el retorno de las políticas impositivas a los más ricos y a las multinacionales en algunos países anglosajones y con el deseo internacional de una imposición mínima de las empresas.
  • La competencia entre trabajadores en la Unión Europea ha generado deslocalizaciones, presiones a la baja sobre los salarios y ha servido de apoyo a las múltiples ofensivas de conquista social en toda Europa.

La legislación europea pondrá muchos obstáculos a la aplicación de l’Avenir en commun

Nos comprometemos firmemente: el programa elegido por los franceses en caso de victoria en las elecciones presidenciales se aplicará en su totalidad. Esto implicará confrontar a las instituciones europeas, porque la implementación de una serie de medidas entrará en contradicción con la ley europea (tratados, directivas o reglamentos). Es a partir de un estudio serio y lúcido de estos bloqueos, que basamos nuestra estrategia europea.

Por lo tanto, hemos pasado el programa l’Avenir en commun por el cribado del derecho europeo y hemos identificado las principales incompatibilidades:

  • Los tratados de libre comercio se oponen al proteccionismo ecológico.
  • La competencia libre y sin distorsiones impide la creación de centros públicos y la salida de los bienes comunes del mercado: el derecho europeo prohíbe, por ejemplo, la renacionalización del transporte de mercancías o de las presas, o dar preferencia a la producción local y orgánica en las licitaciones.
  • La restricción presupuestaria y en particular su regla principal del 3% de déficit nos encierra en la austeridad y reduce nuestra capacidad de invertir en la bifurcación ecológica y social.
  • La libre circulación de capitales nos impide recuperar el poder sobre el sector financiero.
  • La política agrícola común promueve un modelo contrario a una agricultura campesina, orgánica y respetuosa del bienestar animal.
  • La ausencia de armonización social y la directiva sobre el trabajo deslocalizado ponen a los trabajadores en competencia y contradicen el principio de « a igual trabajo, igual salario ».
  • La ausencia de armonización fiscal protege la impunidad de los paraísos fiscales europeos y amenaza nuestros ingresos fiscales y nuestro consentimiento fiscal.
  • La Europa de la defensa nos encierra en las veleidades belicosas de la OTAN.
  • El estatuto del Banco Central Europeo (BCE) nos obliga a poner el Estado en manos de los mercados financieros para financiarnos.

La aplicación de un programa ecológico ambicioso es incompatible con la normativa europea actual.

La Unión Europea expone (en discursos) grandes ambiciones sobre el clima. Sin embargo, muchas de las medidas necesarias para hacer frente a la emergencia ecológica, en particular las que defiende la Convención de los Ciudadanos por el Clima, se ven imposibilitadas por la obsesión europea por la liberalización y la competencia.

¿Desarrollar transportes sostenibles? Pero las redes de transporte público han sido desmanteladas, privatizadas o mercantilizadas para cumplir con los requisitos de competencia europeos. Como resultado, el Estado ha perdido su capacidad para desarrollar una red de transporte público.

¿Cambiar a una energía 100% renovable y reducir las facturas de energía de las clases trabajadoras? Las privatizaciones y liberalizaciones de EDF y Engie (ex-GDF) nos han hecho perder el control de nuestra soberanía energética y la competencia entre los proveedores de energía ha generado un aumento de precios de al menos un 60%. El mercado energético europeo deseado por la Comisión y apoyado por Macron está acelerando la lógica de la especulación que impide llevar a cabo una planificación energética real protectora del clima y de los ciudadanos.

¿Hacer comedores ecológicos, de proximidad y hábitat ecológico? Salvo que nuestros contratos públicos también se han puesto en competencia a nivel europeo, por lo que cada vez es menos posible priorizar los criterios ecológicos sobre el precio. Esto lleva a privilegiar las empresas contaminantes y productos que provienen del otro extremo de la Unión Europea.

¿Un tipo de IVA modulado en función de la distancia recorrida por el producto importado? La Unión Europea lo rechaza en nombre de la competencia libre y no alterada.
En definitiva, toda planificación ecológica seria debe anticipar estos bloqueos y desarrollar una estrategia para eliminarlos: porque cumplir estrictamente con las normas europeas vigentes, es condenarse a la impotencia en materia climática y de biodiversidad.

Nuestra estrategia para superar los bloqueos europeos

Basándonos en este análisis de las incompatibilidades de nuestro programa con el derecho europeo, nuestra estrategia europea pretende eliminar estos bloqueos, tema por tema, con un método de gobierno basado en el respeto de la voluntad popular.

Plan A : proponemos a los Estados y pueblos europeos una ruptura concertada con los tratados europeos vigentes. Esto supondrá la negociación de nuevos textos europeos compatibles con las emergencias climáticas y sociales y sometidos a referéndum por el pueblo francés para su aprobación. En particular, proponemos:

  • la recuperación por parte de los Estados de su soberanía fiscal
  • la modificación del estatuto del Banco Central Europeo
  • el establecimiento de normas de armonización social y ecológica dentro de la Unión
  • el establecimiento de un proteccionismo ecológico
  • el derecho de los Estados a ayudar a las empresas o crear monopolios públicos en sectores estratégicos
  • el derecho al agua como derecho fundamental para todos los ciudadanos europeos

Plan B : En cualquier caso, aplicaremos inmediatamente nuestro programa a nivel nacional, asumiendo la confrontación con las instituciones europeas

  • Para ello, utilizaremos todas las palancas para hacer valer nuestra posición en el Consejo Europeo.
  • Desobedeceremos a las reglas de bloqueo cada vez que sea necesario.

Estas dos estrategias se retroalimentan: ¡actuando como exploradores, podremos entrenar a los demás pueblos europeos!

Nuestra lógica es sencilla. Hasta que se llegue a un acuerdo para cambiar los tratados, discutimos con nuestros socios y desobedecemos las reglas de bloqueo al mismo tiempo. En cas de acuerdo, será sometido a referéndum.

Afirmar nuestro rumbo: ¡por una Europa al servicio de los pueblos!

Con nuestros aliados del Grupo de Izquierda en el Parlamento Europeo, defendemos una visión común y luchas comunes en toda Europa. Estas diez prioridades marcan un curso político coherente con el fin de revisar de forma fundamental tanto los objetivos como el funcionamiento de la Unión Europea. Incluyen, en particular, disposiciones que exigen una revisión de los tratados que pondremos sobre la mesa de negociaciones en la gran cumbre europea que organizaremos en cuanto lleguemos al poder bajo la presidencia francesa de la Unión Europea.

Nuestras diez prioridades para Europa

Priorizar la lucha contra la emergencia climática, la pérdida de biodiversidad y las desigualdades sociales: incluir la justicia social y el respeto de los límites planetarios en los valores de la Unión Europea, fijar un objetivo de al menos un 65% de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en 2030, crear nuevos recursos propios sostenibles y justos para financiar inversiones de interés general y poner la política agrícola común al servicio de un modelo campesino respetuoso de lo vivo.

Acabar con el corsé austero y monetario europeo: derogar las reglas de austeridad presupuestaria del 3% de déficit y el 60% de deuda, permitir que el BCE preste directamente a los Estados y financiar exclusivamente actividades sostenibles, y cancelar la deuda covid para que los Estados puedan invertir masivamente en bifurcación ecológica y social.

Ampliar los derechos sociales: poner fin al trato desigual de los trabajadores desplazados, garantizar un pilar europeo de derechos sociales y establecer un marco de salarios mínimos europeos para combatir el dumping y mejorar las condiciones laborales, e imponer una presunción de empleo asalariado para los trabajadores de las plataformas (riders) con el fin de evitar la uberización del mundo del trabajo mediante el uso fraudulento de la condición de trabajador autónomo.

Erradicar la evasión fiscal: garantizar la total transparencia fiscal de las multinacionales, establecer un tipo mínimo del impuesto de sociedades y aplicar sanciones contra los paraísos fiscales europeos y a les evasores fiscales para acabar con la competencia fiscal dentro de la UE.

Salir de todo mercado: revisar el derecho europeo de competencia para permitir el desarrollo de centros públicos encargados de todos los servicios de interés general, garantizar la protección de los bienes comunes sacándolos del mercado y permitir la contratación pública para favorecer la economía social y solidaria.

Establecer un proteccionismo social y ecológico: pasar de una lógica de libre comercio a un proteccionismo solidario que respete los acuerdos de París, los convenios de la Organización Internacional del Trabajo y el derecho internacional, rechazar cualquier nuevo acuerdo que no respete estos principios y poner en marcha derechos de aduana sociales y ecológicos en las fronteras europeas para proteger nuestra industria, los trabajadores y el medio ambiente del dumping internacional.

Acoger de forma digna a las personas emigrantes: poner fin a la normativa de Dublín para organizar su acogida coordinada entre los Estados miembros, garantizar el respeto de los derechos de las personas exiliadas y de los compromisos internacionales en materia de asilo, poner fin a la militarización de las fronteras asegurada por la agencia Frontex y desarrollar un organismo de salvamento marítimo.

Defender la paz: decir no a la Europa de la defensa respaldada por la OTAN, que se inscribe en una estrategia americana de escalada de la tensión alrededor del mundo, defender el marco multilateral de la ONU, apoyar y defender el Tratado sobre la no proliferación de armas nucleares, acabar con las exportaciones de armas a los regímenes opresivos, apoyar espacios de diálogo diplomático regionales e internacionales.

Conquistar la igualdad: aplicar la cláusula de la « europea más favorecida » para armonizar los derechos de las mujeres en Europa desde arriba, inscribir el derecho al aborto y al conjunto del resto de derechos sexuales y reproductivos en la Carta de derechos fundamentales de la Unión Europea y llevar a buen término el proyecto de directiva global y universal de la UE contra todas las formas de discriminación, para combatir cualquier forma de racismo y de discriminación, ligada al origen, sexo, discapacidad, orientación sexual o a la identidad de género.

Reforzar la democracia: suspender la financiación europea a los Estados miembros que no respeten el Estado de derecho o las libertades fundamentales, implicar mejor a los diputados nacionales en la toma de decisiones europea, supervisar estrictamente a los grupos de presión, reforzar el papel de los diputados europeos estableciendo un derecho de iniciativa del Parlamento europeo y revisar la distribución de poderes entre las instituciones europeas para hacerlas más democráticas y transparentes, e introducir nuevas formas de participación como una Iniciativa Ciudadana Europea vinculante (un RIC europeo) y un órgano consultivo ciudadano permanente.

Asumir la necesaria confrontación con las instituciones europeas con dos herramientas: relaciones de poder y desobediencia.

Asumimos la responsabilidad de desestabilizar la máquina de Bruselas y entrar en confrontación con ella. Durante 60 años, la Unión Europea no ha sido una construcción fija: es un espacio político basado en luchas de poder y cooperación de geometría variable. Se construyó y evolucionó únicamente en contextos de crisis y luchas de poder entre Estados. En esta ocasión, usaremos todo el peso de Francia para llevar a cabo nuestro programa. El conflicto es inherente a la toma de decisiones europea y nuestros oponentes no dudan en recurrir a él.

Esta estrategia de confrontación reposa sobre dos pilares que deben ser utilizados simultáneamente: las relaciones de poder dentro del Consejo de Europa y la desobediencia a las reglas que bloquean la aplicación de nuestro programa.

Establecer equilibrios de fuerza

Francia no está indefensa, ni mucho menos – movilizaremos todas nuestras palancas de acción para influir en el Consejo Europeo:

  • Utilizar el derecho de veto de Francia, por ejemplo para rechazar cualquier nuevo acuerdo de libre comercio y cualquier nueva ampliación sin armonización social, fiscal y medioambiental previa. Estas decisiones no pueden tomarse sin el acuerdo de Francia. ¡Solo hace falta resistir!
  • Condicionar la parte sobrante de la contribución francesa al presupuesto de la Unión Europea (que en 2021 representó 28.800 millones de euros, es decir el 18% de las contribuciones de los Estados miembros)12. Francia es un contribuyente neto (aportamos más al presupuesto de la Unión Europea de lo que recibimos): ¡es una herramienta decisiva en el equilibrio de poder!
  • Construir nuevas cooperaciones profundizadas con los Estados que lo deseen en materia social, ecológica, cultural, educativa, científica, etc. (en la continuidad de programas como Erasmus o partenariados industriales como Airbus).
  • Activar la movilización ciudadana con nuestros aliados políticos y la sociedad civil en Europa para aumentar la legitimidad de nuestros puntos de vista (apoyándose en particular en el dinamismo de los movimientos climáticos y peticiones vinculadas a las iniciativas ciudadanas europeas).

Además de estas palancas principales, existen otras herramientas puntuales que permiten mantener la presión sobre las instituciones europeas: ayudas a minorías de bloqueo en textos legislativos, abstención constructiva, boicot de instancias o de reuniones solos o en grupo, negar la validación de los nombramientos para ciertos puestos clave.

¡Nuestros oponentes no tienen vergüenza y asumen los conflictos para llegar a sus fines!

Los gobiernos liberales, de derecha o de extrema derecha europeos son los primeros en confrontarse con la Unión Europea cuando una decisión les desagrada. Incluso recurriendo a formas de chantaje para conseguir lo que quieren, obligar a otros a ceder o bloquear un desarrollo que impugnan.

  • De Gaulle recurrió a la silla vacía para mantener el principio de votación unánime de las decisiones más importantes y así obtener el « compromiso de Luxemburgo ».
  • Desde el “I want my money back” de Thatcher, los conservadores británicos han obtenido varias exenciones a través de procedimientos diplomáticos (descuentos, tiempo de trabajo, cooperación policial, etc.).
  • Holanda, Dinamarca, Suecia, Austria y Alemania han amenazado con bloquear el plan de recuperación europeo para mantener o incluso incrementar sus descuentos (7.600 millones de euros anuales en total) a su aportación al presupuesto de la Unión Europea.
  • Polonia y Hungría han hecho lo mismo para debilitar el criterio de respeto al Estado de derecho que acompaña a la obtención de subvenciones europeas.
  • El Reino Unido, Polonia, Hungría, Eslovaquia o la República Checa han liderado una coalición para retrasar la adopción de una Directiva sobre el trabajo deslocalizado revisada gracias a una minoría de bloqueo dentro del Consejo.

Los paraísos fiscales europeos, incluidos Irlanda, Luxemburgo y Malta, han bloqueado durante años los planes para armonizar la fiscalidad corporativa en Europa al amenazar con usar su derecho de veto.

¿Actuar solo o con los demás?

Siempre apoyaremos las iniciativas colectivas. Por ejemplo, Francia puede movilizar la alianza de países del sur reunidos en el club EuroMed 7 (Francia, Italia, España, Portugal, Grecia, Chipre y Malta) creado para hacer frente a la liga de los Estados tacaños que desean restaurar lo más rápidamente posible reglas de austeridad suspendida y reforzarlas en todas partes.

Pero también estamos preparados para actuar solos, si fuera necesario. Francia tiene un peso demográfico, económico (segunda mayor economía europea), diplomático e histórico particular dentro de la Unión Europea: ¡es hora de movilizarla para iniciar la necesaria bifurcación ecológica y social! Siempre con la misma línea de conducta: respetar la elección democrática de los votantes y aplicar nuestro programa. De esta forma, podemos crear tanto márgenes de maniobra a nivel nacional como desencadenar cambios colectivos a nivel europeo. Lo cual no aísla a Francia. Al contrario, la vuelve a situar en el centro del juego diplomático europeo.

La Unión Europea siempre ha sido una cooperación a varias velocidades

La Unión Europea no es exclusivamente un “lo tomas o lo dejas”, sino un marco de geometría variable que ofrece un margen de maniobra a quienes se dan los medios para apoderarse de ellos. Por lo tanto, es la prueba de que es posible que algunos Estados adapten las normas europeas a la voluntad popular nacional.

  • Irlanda se negó a estar en el espacio Schengen. Al inverso, los Estados no pertenecientes a la Unión Europea como Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza forman parte de ella13.
  • Dinamarca y Suecia se negaron a adoptar el euro14. Y Dinamarca no participa a la política exterior y de seguridad común15.
  • Frente a los bloqueos a 27, los Estados optaron por negociar entre ellos y convertirlo en una cooperación reforzada: una coalición de 11 Estados está trabajando en un impuesto a las transacciones financieras16. 14 Estados han decidido adoptar entre ellos un texto sobre divorcios internacionales para eludir el veto de Suecia17.
  • Por el contrario, la cooperación va más allá del marco de los 27: en el ámbito industrial para Airbus y MBDA o asociaciones diplomáticas como el Consejo de Europa18 y la Unión por el Mediterráneo19. Frente a la crisis del 2008, la Unión Europea modificó el Tratado de Lisboa de la noche a la mañana y creó mecanismos intergubernamentales al margen de la legislación europea para evitar una quiebra en cascada del sistema bancario20.

Francia es capaz de bloquear la firma de nuevos acuerdos de libre comercio.

A pesar de los grandes discursos sobre la « relocalización » y el « proteccionismo europeo », la Comisión es más persistente que nunca en el libre comercio. ¡Los acuerdos comerciales están vigentes con 77 países, 24 nuevos están en adopción y 5 en negociación!

Sin embargo, es una locura tanto en términos de ecología (seguimos con la gran reorganización del mundo) como de derechos humanos (fomentamos el dumping social y la explotación de los trabajadores en condiciones catastróficas). Por otro lado, la oposición a los acuerdos de libre comercio es cada vez más fuerte por todas partes. Más de 2.000 colectividades europeas se declararon fuera del TAFTA o CETA. Más de 3 millones de personas de 14 países han firmado la Iniciativa Ciudadana Europea contra estos acuerdos.

Por lo tanto, nuestro compromiso es claro: ningún nuevo tratado de libre comercio que destruya el planeta y los derechos humanos entrará en vigor mientras estemos en el poder. Y buena noticia: ¡es posible!

Desde que Valonia logró impedir la firma del acuerdo mixto de la Unión Europea con Canadá (CETA) en el 2016, la Comisión Europea ha separado la parte “simple” de los acuerdos de libre comercio de la parte “mixta” (este fue el caso por ejemplo del acuerdo con Vietnam).

  • Para los llamados acuerdos « mixtos » (la mayoría de los acuerdos), que invaden competencias reservadas a los Estados miembros en virtud de los tratados europeos, los Estados deben aprobar por unanimidad la celebración del acuerdo. Por tanto, cada gobierno dispone de un derecho de veto y puede rechazar la ratificación de un acuerdo. Esto es lo que la Convención Ciudadana por el Clima le pidió a Macron para CETA, a lo cual él se negó. Esto es lo que haremos sistemáticamente.
  • Para los acuerdos « simples » (más raros), que son competencia exclusiva de la Unión Europea, en teoría se necesita una mayoría cualificada para rechazar un acuerdo, lo cual está lejos de ser inalcanzable con el apoyo de la sociedad civil.

En ambos casos, tendremos los recursos para oponernos. En cuanto a los acuerdos en curso, exigiremos la aplicación sistemática de cláusulas suspensivas en caso de violaciones de los derechos humanos o del medio ambiente por parte de los Estados signatarios.

¡Desobedecer cuando sea necesario para aplicar nuestro programa!

Desobedecer no es un objetivo político en sí mismo. Pero no dudaremos en hacerlo siempre que sea necesario, incluso solo al principio si es necesario. De esta forma, actuaremos como exploradores para que otros Estados puedan obtener exenciones o avances colectivos para los 27 países miembros.

La desobediencia puede tomar formas variadas:

  • Dejar de aplicar unilateralmente normas incompatibles con nuestros compromisos ecológicos y sociales como la directiva sobre el desplazamiento de trabajadores, las normas presupuestarias, las normas de competencia, la libre circulación de capitales
  • Suspender la participación de Francia (opt-out) en ciertos programas como la Europa de la defensa subordinada a la OTAN
  • Utilizar las contradicciones entre las normas europeas y nuestros compromisos internacionales sobre el clima o el trabajo para priorizar estándares más exigentes
  • Reafirmar la superioridad de los principios fundamentales consagrados en la Constituciónde la VI República sobre el derecho europeo y establecer un principio de no regresión ecológica y social: ninguna norma europea puede aplicarse si es menos ambiciosa que una norma nacional en materia social o ecológica.
Francia podrá decidir retirarse unilateralmente de ciertos programas

Varios países han obtenido opciones de suspensión (opt-out) de ciertas políticas europeas. De hecho, ¡estas disposiciones nunca se aplicaron a ellos!

  • Opt-out negociados durante la firma del tratado: en los ámbitos donde es necesaria la unanimidad de los Estados, las opt-out se han negociado para evitar una situación de bloqueo. Es así como Irlanda21 obtuvo un opt-out en el espacio Schengen, para que Dinamarca no participe en la política común22 de defensa y seguridad ni en el euro23.
  • Opt-out obtenidos cuando el tratado ya estaba firmado: es el caso de Suecia, que se había comprometido a entrar en un mecanismo de tipos de cambio europeos en el marco del euro, pero que tuvo que desistir tras un referéndum24. Para evitar un bloqueo de todo el proceso, la Comisión europea y el Banco Central Europeo prefirieron acordarle un opt-out “de facto”.

Por lo tanto, Francia podría haberse retirado unilateralmente de los programas en los que no desea participar (como la Europa de la defensa).

Desobedecer, es necesario y es legal

Ciertas normas europeas se oponen a las normas internacionales a las que se compromete Francia, o incluso a determinadas normas nacionales. Por lo cual, podremos desobedecer a estas normas respetando siempre el mismo principio: primar los más ambiciosos derechos sociales, ecológicos y democráticos.

  • Los tratados europeos y el derecho derivado son solo una de las múltiples obligaciones internacionales contractadas por Francia: no hay ninguna razón para que tengan más importancia que el respeto de acuerdos internacionales sobre la protección social o el clima. La Constitución francesa, por su artículo 55, no prioriza los compromisos internacionales y europeos. Por lo tanto, podremos dejar de aplicar la Directiva de Desplazamiento de Trabajadores, que es contraria al Convenio 97 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre trabajadores migrantes. Francia también se retirará de los mecanismos del mercado de carbono, que son incompatibles con el cumplimiento de los objetivos climáticos del Acuerdo de París.
  • Por otro lado, la Unión Europea tiene la obligación en virtud de los Tratados de respetar la identidad constitucional de los Estados miembros. En efecto, el artículo 2 del Tratado de la Unión Europea (TUE) dispone que “la Unión respeta la igualdad de los Estados miembros ante los Tratados, así como su identidad nacional, inherente a sus estructuras políticas y constitucionales fundamentales”. En el pasado, el Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) reconoció que las autoridades nacionales tienen la capacidad de definir las especificidades nacionales que pueden justificar la « diferencia de trato ».

En Alemania, el Tribunal de Karlsruhe no dudó en impugnar el derecho europeo sobre la base del derecho fundamental alemán. Durante 15 años y aun hasta hace muy poco25, el Consejo Constitucional francés también afirma su poder para anular la ley europea cuando contraviene las reglas y los principios inherentes a la identidad constitucional francesa. Así lo recordaba el propio Consejo Constitucional en una decisión del 15 de octubre de 2021, en la que invocaba la identidad constitucional para hacer prevalecer una norma francesa sobre una norma europea, a saber, la prohibición de delegar el ejercicio de la fuerza pública en particulares26. El gobierno francés no dudará en hacer lo mismo invocando el preámbulo de la Constitución de 1946 para constituir polos públicos y sustraer sectores esenciales como el energético de las lógicas europeas de competencia. Efectivamente, el preámbulo de 1946, todavía vigente, dispone que “toda propiedad, toda empresa, cuyo funcionamiento tenga o adquiera las características de un servicio público nacional o de un monopolio de hecho, debe pasar a ser propiedad de la comunidad”.

  • Crear un principio de no regresión ecológica y social en laRepública para evitar que las normas europeas debiliten los derechos de los ciudadanos franceses. La reunión de una asamblea constituyente responsable de redactar una constitución para la 6ª República será el momento de refundar la relación del Estado francés con las instituciones europeas. Al adoptar una nueva constitución, el pueblo francés tendrá la oportunidad de afirmar que, para Francia, la protección de los derechos fundamentales, sociales y medioambientales tiene prioridad sobre la legislación de Bruselas cuando esta sea menos ambiciosa.
Desobedeciendo, arrastramos a los demás!

La desobediencia permite crear precedentes que obligan a las instituciones europeas a autorizar excepciones o estatutos especiales, e incluso generalizar estas medidas para todos los Estados miembros.

  • Alemania se negó a poner en competencia a sus empresas de gestión de agua potable y de producción hidroeléctrica y obtuvo así en una directiva la eliminación del sector del agua potable del ámbito de la competencia27.
  • La movilización europea contra los organismos modificados genéticamente (OMG) y la resistencia de varios Estados miembros obligaron a la Unión Europea a revisar su directiva para autorizar a los Estados a restringir o prohibir el cultivo de OMG en su territorio (mientras este siga estando autorizado en el territorio de la Unión Europea).
  • Francia prohibió el dióxido de titanio como aditivo alimentario en 2019 cuando fue autorizado por la Unión Europea. En 2021, la Unión Europea finalmente siguió a Francia y decidió prohibir el dióxido de titanio en toda Europa28.
  • En lugar de favorecer la competencia, Francia decidió en 1981 adoptar un precio único para los libros como parte de su política cultural. Una característica que luego fue adoptada por otros países, obligando a las instituciones europeas a legalizar este mecanismo de control de precios29.
  • Francia también ha impuesto a la Unión Europea su intervencionismo en materia cultural, con cuotas para la difusión de obras francófonas, impuestos especiales a la industria cultural para pagar ayudas estatales a favor de la diversidad cultural. Una política que se retomó a nivel europeo en 1993 con la creación de un estatus especial para las obras y la producción audiovisuales europeas, con el objetivo de protegerlas… ¡del libre comercio30!

Nuestros adversarios no nos esperaron para desobedecer

La desobediencia es una palabra tabú en el debate político francés, pero en realidad es muy utilizada por muchos Estados miembros, especialmente por nuestros oponentes liberales o de extrema derecha.

A menudo para lo peor, en detrimento de los derechos humanos, ecológicos y sociales…

  • Polonia y Hungría cuestionan los derechos de las personas LGBTI y exiliadas y atacan la independencia del poder judicial.
  • Italia no cumple con los estándares europeos para el agua potable.
  • Alemania no ha cumplido con los requisitos europeos de calidad del aire.
  • Hungría no cumple con las normas europeas para el tratamiento de aguas residuales urbanas.

¡Y Macron no es el último en desobedecer cuando le conviene!

  • A las normas europeas sobre la calidad del aire a pesar de las condenas judiciales.
  • A la directiva sobre el tiempo de trabajo que se niega a aplicar para los militares.
  • A los requisitos en materia de protección de datos que ignora al perseguir la retención generalizada de datos de conexión bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo.
  • A la obligación de inspección técnica de los vehículos de dos ruedas por la que suspendió el decreto de aplicación que preveía su aplicación en 2023.
  • A la prohibición de ciertas prácticas de caza « no selectivas » como la caza con pegamento.

¡Pero también para evitar someterse a la camisa de fuerza económica que ellos mismos crearon y defendieron!

Los liberales defienden con uñas y dientes la absurda camisa de fuerza económica impuesta a los Estados miembros en el marco del semestre europeo. Y en particular, la arbitraria regla de oro del 3% de déficit, inventada un día de forma aproximada sin que nadie pudiera justificar su racionalidad económica.

Competencia, austeridad, ayudas estatales: muchas de estas peligrosas reglas que impiden actuar a los Estados han sido suspendidas durante la crisis. Numerosos gobiernos liberales ya desobedecen

  • En 20 años, la « regla de oro » del 3% de déficit público ha sido violada 171 veces, incluidas 7 veces por Alemania, sin que se imponga ninguna sanción.
  • Alemania ha aprobado una ayuda estatal de 200 millones de euros para modernizar su transporte ferroviario de mercancías por ser « beneficiosa para el medio ambiente » y « proporcionada y necesaria », y una ayuda de 500 millones para financiar la eficiencia energética del transporte.
  • Los Países Bajos y Alemania han violado durante años sin ser sancionados nunca las normas que rigen el nivel del superávit comercial (que no debe superar permanentemente el 6 % del PIB) para evitar desequilibrios demasiado grandes entre los Estados.

Durante la crisis de la deuda soberana, los Estados europeos concluyeron de la noche a la mañana un tratado intergubernamental paralelo a la UE para crear un mecanismo de rescate para los bancos evitando un bloqueo legal.

Estamos listos para implementar esta estrategia.

Esta estrategia es creíble y realista: hemos anticipado las eventuales reacciones del sector financiero y las instituciones europeas y estamos preparados para responder.

Resistir a las presiones del sistema financiero

La esfera financiera no está al servicio de la economía real. Al contrario, sus actividades son cada vez más especulativas, incluso frente a los Estados, como lo demuestran los ataques a Grecia en 2008 e Italia o España en 2020. La puesta en marcha de un programa político hostil a los intereses de las finanzas y de ruptura con el marco económico europeo puede dar lugar a que los mercados o las agencias de calificación intenten establecer un equilibrio de poder.

Disponemos de palancas para defender nuestras capacidades de financiación

Ante el posible peligro de la capacidad de endeudamiento de Francia, tomaremos medidas unilaterales para seguir pudiendo financiarnos:

  • Realizar una auditoría ciudadana de la deuda pública y su coste para la sociedad: permitirá determinar la parte ilegítima de nuestra deuda, evaluar el coste de los planes de ayuda pública a la banca y el impacto de su actividad en la sociedad y el medio ambiente, preparar la recuperación de nuestra deuda y del sector bancario.
  • Controlar los movimientos de capital y las finanzas: hay que someter a los operadores financieros a una reglamentación estricta para prohibir las prácticas especulativas, gravar los flujos de capital y proteger la estabilidad financiera de Francia, incluido previendo la incautación de instituciones financieras que socaven la seguridad del sistema financiero o actúen deliberadamente contra el Estado.
  • Crear un polo bancario público: necesitamos socializar los bancos generalistas, para constituir un polo bancario público que financie la economía real. Este polo público podría ser un comprador preferente de la deuda pública francesa.
  • Otorgar una licencia bancaria al Banco Público de Inversión: ello le permitiría obtener financiación del Banco Central Europeo. Así, tendremos una influencia adicional para financiar grandes planes de inversión sin recurrir al endeudamiento del Estado.
  • Crear un nuevo circuito de tesorería para obligar a los bancos a destinar parte del ahorro privado que recaudan a la financiación estatal

El Banco Central Europeo está cada vez más obligado a intervenir a favor de los Estados frente a los mercados

¡Hemos llegado a tal nivel de interdependencia de nuestras economías que el Banco Central Europeo (BCE) se ve obligado a defender los tipos de interés de los Estados en los mercados, aunque eso signifique desobedecer los propios tratados! En principio, los tratados prohíben que el BCE financie a los Estados. Pero a lo largo de sucesivas crisis, el BCE se ha visto obligado a alejarse de este principio.

  • Desde 2010, el BCE comenzó a recomprar deuda pública31, para evitar una crisis del euro.
  • En 2015, el BCE lanzó un nuevo programa de recompra de deuda, tanto pública como privada, para sacar a la zona euro de la deflación. El BCE nunca ha podido frenarlos ante el riesgo de desestabilizar la zona euro. A día de hoy, el BCE está recomprando decenas de miles de millones de deuda pública todos los meses.
  • En 2020, con la pandemia, el BCE se vio obligado a comprar preferentemente la deuda de los Estados más afectados por el virus, especialmente Italia, atacada por los especuladores32.

Francia representa el 20 % del PIB de la zona euro. En caso de ataques especulativos a la deuda pública de Francia, el riesgo de explosión para toda la zona euro será mucho mayor que con Grecia. El BCE no correrá el riesgo de tal colapso financiero y la desaparición del euro.

Resistir a las medidas de represalia de las instituciones europeas

La desobediencia al derecho europeo va acompañada de un riesgo teórico de sanciones esencialmente económicas por parte de las instituciones europeas:

  • El Tribunal de Justicia de la Unión Europea puede ser demandado por incumplimiento por parte de un Estado miembro de una obligación comunitaria, por ejemplo, cuando un Estado no ha transpuesto una directiva o la desobedece.
  • La Comisión Europea podrá sancionar un Estado miembro por no respetar el derecho europeo de la competencia.
  • El Consejo de Europa podrá sancionar un Estado miembro por el no respeto de las reglas presupuestarias europeas (únicamente, por voto a la unanimidad).

Sanciones raras, tardías, cuestionables y negociables

Estas sanciones teóricas son, ante todo, parte de un equilibrio político de poder y no se aplican de forma inmediata ni sistemática. ¡Ni mucho menos!

  • Los procedimientos toman años, se enfocan en casos específicos más que en principios generales y pueden ser impugnados en apelación. Por lo tanto, los Estados miembros pueden alargar el proceso, como Italia, que fue condenada por ayuda estatal ilegal en 2008 y aún no la ha reembolsado33.
  • Nunca se han aplicado sanciones por incumplimiento de las normas presupuestarias. Entre 1999 y 2018, la regla del 3% se violó 171 veces. Al final, no dieron lugar a ninguna sanción34.
  • Las sanciones presupuestarias se utilizan únicamente como medio de presión para hacer doblegar a los gobiernos, pero la Comisión no va hasta el final para evitar desencadenar una crisis política: como atestigua la situación de bloqueo desencadenada por el rechazo del presupuesto 2019 italiano por parte de la Comisión, que se saldó por medio de ajustes de fachada del presupuesto italiano y un abandono de las sanciones por parte de la Comisión35. Propiciar un pulso de este tipo con Estados como Francia y Alemania parece difícil de imaginar, especialmente porque anteriormente han violado las reglas presupuestarias en múltiples ocasiones sin ninguna consecuencia.

Nosotros también tenemos medios de presión

Las sanciones europeas masivas y simultáneas contra Francia son, por lo tanto, poco probables. Porque la lógica de la estrategia de equilibrio de poder y desobediencia es obtener estatus derogatorios.

Pero si las instituciones europeas impusieran realmente sanciones a Francia, en cualquier caso, tendríamos medios de presión para hacerles frente.

  • Francia es el segundo contribuyente neto al presupuesto europeo (en 2018 dio 7 mil millones más de lo que recibió36): podemos responder a las sanciones reteniendo el importe de la multa de nuestra contribución al presupuesto europeo para neutralizar el efecto de las sanciones.
  • Ni el TJUE ni la Comisión tienen competencia para cobrar las eventuales multas impuestas a Francia, cuyo pago depende únicamente de nuestra buena voluntad.
  • La Comisión nunca ha tenido éxito en el proceso de sanciones contra los regímenes autoritarios polaco y húngaro: ¿cómo podría justificar no hacer nada frente a la extrema derecha que destruye el Estado de derecho y atacar a una izquierda del progreso que desobedece por el bien ecológico y social?
  • Las instituciones europeas no tienen medios para obligarnos a salir de la Unión Europea. Son los propios tratados los que les impiden hacerlo. No existen disposiciones legales que organicen la exclusión de un Estado de la zona euro o de la Unión Europea, lo que se suma a nuestras palancas de equilibrio de poder.

CONCLUSIÓN: un plan serio y creíble

Con esta estrategia, presentamos un plan serio y creíble para sortear los obstáculos que plantean las normas europeas actuales para la implementación de nuestro programa. Esta es una garantía de credibilidad y confianza: con nosotros, sin sorpresas desagradables u otro golpe de Le Bourget, donde el enemigo sería la financiación antes de acostarse frente a ella. Decimos lo que vamos a hacer y cómo lo vamos a hacer.

Ello contrasta con los discursos convencionales sobre Europa que escuchamos en Francia en todas las campañas electorales. Acabemos con el disparate de una Europa que protege cuando la Unión Europea organiza el desmantelamiento de nuestro aparato productivo, la destrucción de nuestros servicios públicos, la ruptura de nuestras herramientas de planificación ecológica y el socavamiento de nuestro modelo social. Ya basta con promesas sin futuro y sin una estrategia creíble sobre el próximo advenimiento de una Europa social prometida en cada elección durante 40 años. Finalmente, se acabó la falta de coraje de los líderes políticos incapaces de poner todo el peso de Francia en el equilibrio de poder europeo.

Apostamos por la determinación y la movilización colectiva de los pueblos para lograr otro futuro en Francia y en Europa. Porque, como dijo Saint-Just, ¡la felicidad es una idea nueva en Europa!

SUPERAR LOS BLOQUEOS EUROPEOS EN LA PRÁCTICA: 5 CASOS PRÁCTICOS

Reconstruir servicios públicos universales de calidad y proximidad, rechazar la austeridad del semestre europeo

En 20 años, nuestros servicios públicos, que sin embargo son un pilar del Estado social francés, han sido desmantelados. La pandemia ha demostrado la magnitud del desastre en la sanidad, privando de efectivos y equipos. Pero la constatación es la misma en todos los servicios públicos. Clases que estallan por falta de maestros, locales escolares insalubres y equipos en mal Estado. Eliminación de líneas diarias de tren, cierre de taquillas y estaciones. Puestos que desaparecen. Horas de conducción para llegar a la primera CAF (subsidio familiar). Prolongación de los procesos judiciales.

La asfixia de nuestros servicios públicos no surge de la nada, sino de la política económica de ultraausteridad impulsada por la Unión Europea (y avalada por Sarkozy, Hollande, Macron) y su herramienta de control de los presupuestos nacionales, el semestre europeo. ¿Demasiada deuda pública? Hay que recortar, o más bien « controlar », el presupuesto del hospital público. ¿Demasiado déficit público? Es necesario « ahorrar dinero » en el presupuesto de la SNCF. Y si un Estado se niega, se expone a sanciones económicas – al fin sobre el papel. Desde la creación de este mecanismo en 2011, las normas presupuestarias europeas han sido violadas 171 veces, sin que se haya tomado ninguna sanción.

Estamos listos para discutir nuevas reglas económicas, compatibles con el financiamiento del Estado social y la bifurcación ecológica. Pero mientras tanto, nos negaremos a cumplir con las recomendaciones de la Comisión en el marco del Semestre Europeo, y con dogmas económicos que no tienen base democrática. Anunciaremos nuestra intención de dejar de respetar las reglas absurdas del déficit y la deuda pública, afirmando si es necesario otros compromisos que nos obligan a invertir, por ejemplo, para el clima, como el Acuerdo de París y la ley climática europea. Y si se nos impusieran sanciones financieras, las deduciríamos de nuestra contribución al presupuesto de la Unión Europea.

Por el acceso universal a la energía accesible y sostenible, desobedecer las reglas de la competencia

Desde la apertura a la competencia, los precios de la electricidad en Francia han aumentado al menos un 60 % y, con ellos, la pobreza energética: cada vez más hogares tienen dificultades para pagar sus facturas, se ven obligados a calentar menos, aunque eso signifique sufrir frío, y temen que acaben cortándoles la electricidad.

Esta situación inaceptable es el resultado de otra moda de la Unión Europea: abrir el sector energético a la competencia. Desde 1999, la Unión Europea se propuso construir un gran mercado único de energía, prometiendo que haría bajar los precios. Pero esa promesa nunca se hizo realidad. En cambio, se entregó la energía a actores privados, más preocupados por la rentabilidad y el beneficio que por la estabilidad de precios, y se desmantelaron los actores públicos.

Ante una nueva explosión en los precios del gas y la electricidad en 2021, Estados como España e Italia han adoptado medidas de control de precios sin demora, incluso si eso significa derogar las normas europeas de competencia. Ante la magnitud de la crisis y las reacciones de los Estados, la Comisión Europea se vio obligada a aceptar e incluso validar estas medidas, pero solo de forma temporal.

Por lo tanto, la Comisión Europea no cuestiona el mercado único de la energía, cuando este es el meollo del asunto: la energía es un bien común que no se puede mercantilizar. Proponemos renacionalizar este sector, reconstituyendo el polo energético público desmantelado por la apertura a la competencia. Para ello será necesario desobedecer la ley europea de competencia, pero solo con esta condición podremos garantizar una transición hacia un 100% de energías renovables, la estabilidad de precios y la seguridad de suministro para todos, incluidos los consumidores de los hogares más vulnerables.

Por una alimentación sana y sostenible, reorientar el uso de los fondos de la PAC

La Política Agrícola Común estructura el sistema alimentario europeo y muestra un resultado catastrófico: malestar de las/los campesinos, disminución del número de agricultores, cambio climático, colapso de la biodiversidad, contaminación del aire, agua y suelo, sufrimiento animal.

Por lo tanto, es fundamental reorientar el uso de su presupuesto (primera partida de gasto de la UE con 408.000 millones de euros durante el período 2014-2020) a nivel nacional utilizando todo el margen de maniobra que se deja a los Estados miembros para decidir sobre su destino.

Austria lo ha entendido en parte, pues ya dedica más del 25% de su suelo agrícola a lo ecológico, y ya supera los objetivos europeos para 2030. Por el contrario, Macron y su ministro de agricultura han planeado mantener el statu quo con su PAC de « estabilidad », que sigue con la huida agroindustrial hacia adelante.

Por el contrario, cuando lleguemos al poder, nos comprometemos a apoderarnos de 10 000 millones de euros al año del presupuesto francés de la PAC para ponerlos al servicio de una tremenda aceleración de la transición agroecológica. Así, podremos aumentar masivamente el apoyo a la agricultura biológica, a la instalación de nuevos agricultores, al bienestar animal, a los olvidados de la PAC como a los arboricultores o los horticultores, y comprometer finalmente la salida del sistema injusto de las ayudas a la hectárea para redistribuirlas de forma más justa hacia las pequeñas y medianas granjas.

También tendremos que desobedecer el marco europeo que impone la mercantilización de la agricultura e introducir unilateralmente medidas proteccionistas para evitar el dumping ecológico y sanitario dentro de la Unión Europea prohibiendo el uso de determinados pesticidas, por ejemplo al nombre del principio de precaución, como ya ha hecho Francia para el dióxido de titanio.

Para proteger a todos los trabajadores, hay que salir del trabajo deslocalizado

El trabajo deslocalizado crea competencia entre los trabajadores, debilita sus condiciones de trabajo y lesiona las protecciones colectivas que tanto han costado obtener. Permite a las empresas contratar trabajadores extranjeros en Francia, mediante el pago de las cotizaciones sociales previstas por el país de origen. Sin embargo, estas contribuciones son a menudo extremadamente bajas, ¡o incluso inexistentes en algunos Estados europeos! Por tanto, el trabajo deslocalizado discrimina a los trabajadores extranjeros que realizan el mismo trabajo que sus homólogos locales, provoca una competencia desleal con los trabajadores franceses y una desvalorización social generalizada. Las sentencias y directivas codifican las prácticas de dumping social que se convierten en norma con este régimen. Esto trata a las personas como un simple servicio de mano de obra en lugar de trabajadores móviles, y empobrece los sistemas de protección social para el conjunto de los trabajadores.

El trabajador deslocalizado se enfrenta sistemáticamente a múltiples infracciones del derecho laboral y del derecho social: incumplimiento del tiempo máximo de trabajo y del salario mínimo, falsificación de las horas efectivamente trabajadas, impago de las cotizaciones a la seguridad social, etc. El sistema se basa principalmente en una lógica de subcontratación, donde la responsabilidad legal y las obligaciones patronales se mantienen deliberadamente vagas. Finalmente, la complejidad del sistema impide cualquier control efectivo o respuesta sindical frente al fraude masivo.

Tenemos una solución “llave en mano” para establecer un nuevo sistema que respete a los trabajadores y a sus derechos. Francia decidirá unilateralmente de no aplicar más esta directiva y organizará un nuevo marco jurídico para aquelles trabajadores. Se apoyará en el hecho de que la directiva no respeta la convención 97 de la OIT sobre los trabajadores emigrantes ratificada por Francia.

Se suprimirá así el sistema de trabajo deslocalizado y se restablecerá el principio de igualdad de trato de los trabajadores. Las contribuciones se pagarían a nivel del Estado anfitrión, con un mecanismo de transferencia al Estado de origen al final del destino. Esto se complementaría con una ampliación de la protección de los trabajadores deslocalizados durante su estancia en el Estado de acogida (prestaciones por enfermedad, cobertura en caso de accidentes de trabajo).

Para recuperar el dinero robado de la evasión fiscal, acabar con la impunidad de los paraísos fiscales europeos

La evasión de impuestos por parte de los ultra ricos y las multinacionales es un flagelo. Arruina a los Estados, privándolos de ingresos fiscales indispensables para responder a la crisis ecológica ya las desigualdades. Socava el consentimiento a los impuestos al mostrar el espectáculo insoportable de unos pocos privilegiados que se separan y se niegan a contribuir a los bienes comunes.

La Unión Europea es incapaz de dar una respuesta a este saqueo fiscal. En el Consejo, los paraísos fiscales europeos bloquean todos los intentos de armonización fiscal. Peor aún, ¡las normas europeas no permiten incluir a los países miembros de la Unión en la lista europea de paraísos fiscales! La Unión Europea acepta su propia quiebra contra quienes organizan la evasión fiscal.

Podemos salir de este punto muerto. Debemos exigirles a nuestros socios europeos que respeten las recaudaciones fiscales de sus vecinos y cambien de modelo fiscal. Francia no es el único Estado exasperado por el egoísmo de los paraísos fiscales europeos. Podemos construir una coalición sobre este tema, para pesar juntos en el Consejo. Incluso un Estado solo no está indefenso: podemos amenazar con bloquear los recortes presupuestarios de los que disfrutan de ciertos paraísos fiscales si es necesario, o decidir, unilateral o colectivamente, sancionar a los países tramposos. Al mismo tiempo, introduciremos un impuesto universal sobre los franceses ultraricos y sobre las multinacionales que operan en Francia sin pagar su parte justa de impuestos. Con una tasa de 25%, Francia ganaría 26.000 millones de euros al año. ¡Es suficiente para convencer a otros Estados de hacer lo mismo!

Léxico :

Consejo Europeo: la reunión de los jefes de Estado europeos.

Regla de unanimidad: todos los Estados miembros deben estar de acuerdo para que se adopte el texto.

Regla de la mayoría calificada: el 55% de los Estados, que representen al menos el 65% de la población, deben estar de acuerdo para que el texto sea adoptado.

Minoría de bloqueo: los Estados, que representan el 35 % de la población europea, pueden bloquear la adopción de un texto.

Presidencia rotatoria de la Unión Europea: la presidencia del Consejo Europeo la ejerce por turnos un Estado durante 6 meses. En 2022, Francia ocupará esta presidencia.

Comisión Europea: el ejecutivo europeo que propone e implementa las políticas comunitarias.

Parlamento Europeo: asamblea parlamentaria que representa a los ciudadanos europeos.

Política agrícola común: política comunitaria para el desarrollo de la agricultura europea y apoyo a los agricultores de los Estados miembros.

Conferencia sobre el futuro de Europa: consulta a los ciudadanos europeos sobre los objetivos, políticas e instituciones de la Unión Europea.

Regla del 3%: criterio presupuestario que obliga a los Estados miembros a mantener su déficit público por debajo del 3% del PIB.

Opt-out: mecanismo que permite a los Estados negociar su retirada de una política comunitaria.

1 https://www.alternatives-economiques.fr/leurope-va-t-imposer-lausterite/00099116

2 https://www.capital.fr/economie-politique/le-versement-de-fonds-europeens-conditionne-au-respect-de-letat-de-droit-colere-de-la-hongrie-1381858

3 https://www.ouest-france.fr/economie/agriculture/macron-favorable-un-accord-commercial-avec-la-nouvelle-zelande-5701173

4 https://www.lci.fr/population/coronavirus-la-relocalisation-d-industries-strategiques-a-laquelle-appelle-macron-est-elle-possible-apres-l-epidemie-2149683.html

5 https://www.lesechos.fr/monde/europe/la-conference-sur-lavenir-de-leurope-a-du-plomb-dans-laile-1304935

6 https://www.huffingtonpost.fr/entry/transparence-fiscale-dans-lue-le-medef-a-t-il-ecrit-la-position-de-la-france_fr_6082e0bee4b05af50db51010

7 https://www.huffingtonpost.fr/entry/conge-parental-europeen-comment-la-france-a-fait-voter-une-version-au-rabais_fr_5c9b302ce4b07c88662d7c09

8 https://www.lesechos.fr/monde/europe/macron-et-orban-trouvent-des-sujets-dinteret-commun-1372211

9 https://www.capital.fr/economie-politique/nucleaire-la-france-la-pologne-et-la-roumanie-ecrivent-a-lue-pour-defendre-la-filiere-1398223

10 https://www.lefigaro.fr/flash-eco/macron-et-rutte-renforcent-la-cooperation-franco-neerlandaise-20210831

11 https://www.lesechos.fr/politique-societe/gouvernement/pollution-de-lair-la-france-sexpose-a-une-amende-de-100-millions-deuros-1286846

12 https://www.touteleurope.eu/fonctionnement-de-l-ue/la-france-et-le-budget-europeen/

13 https://europa.eu/european-union/about-eu/countries_fr#membres-de-l%E2%80%99espace-schengen-sans-fronti%C3%A8res

14 https://europa.eu/european-union/about-eu/euro/which-countries-use-euro_fr

15 https://eur-lex.europa.eu/legal-content/FR/TXT/?uri=CELEX%3A12006E%2FPRO%2F05

16 https://www.lefigaro.fr/societes/berlin-relance-le-vieux-projet-de-taxe-financiere-europeenne-20191211

17 https://www.liberation.fr/debats/2010/06/06/divorce-14-etats-lancent-la-premiere-cooperation-renforcee_1813725/

18 https://www.coe.int/fr/web/about-us/our-member-states

19 https://ufmsecretariat.org/fr/qui-sommes-nous/etats-membres/

20 https://www.france24.com/fr/20101216-accord-union-europeenne-creation-fonds-secours-crise-economique-traite-lisbonne

21 https://europa.eu/european-union/about-eu/countries_fr#membres-de-l%E2%80%99espace-schengen-sans-fronti%C3%A8res

22 https://eur-lex.europa.eu/legal-content/FR/TXT/?uri=CELEX%3A12006E%2FPRO%2F05

23 https://europa.eu/european-union/about-eu/euro/which-countries-use-euro_fr

24 https://www.latribune.fr/economie/union-europeenne/la-croatie-espere-passer-a-l-euro-d-ici-a-2025-et-abandonner-la-kuna-756114.html

25 https://www.conseil-constitutionnel.fr/actualites/communique/decision-n-2021-940-qpc-du-15-octobre-2021-communique-de-presse

26 https://www.conseil-constitutionnel.fr/actualites/communique/decision-n-2021-940-qpc-du-15-octobre-2021-communique-de-presse

27 https://www.lest-eclair.fr/art/economie/bruxelles-recule-devant-la-crainte-sur-la-privatisation-de-l-eau-ia0b0n33456

28 https://www.actu-environnement.com/ae/news/dioxyde-titane-interdit-additif-alimentaire-union-europeenne-2022-38326.php4#:~:text=%C3%A0%20nos%20abonn%C3%A9s.-,Le%20dioxyde%20de%20titane%20sera%20interdit%20comme%20additif,l’Union%20europ%C3%A9enne%20d%C3%A8s%202022&text=Une%20fois%20l’interdiction%20inscrite,ensemble%20des%20produits%20alimentaires%20cibl%C3%A9s

29 https://www.touteleurope.eu/societe/un-pays-europeen-peut-il-imposer-un-prix-unique-pour-les-livres-numeriques-dans-ses-frontieres/

30 https://www.csa.fr/Cles-de-l-audiovisuel/Connaitre/Histoire-de-l-audiovisuel/Qu-appelle-t-on-l-exception-culturelle

31 https://www.ecb.europa.eu/press/pr/date/2010/html/pr100510.fr.html

32 https://www.lesechos.fr/finance-marches/marches-financiers/la-banque-centrale-europeenne-se-reunit-en-urgence-1186717

33 https://www.lefigaro.fr/flash-eco/ue-rome-mis-a-l-amende-pour-des-subventions-illegales-aux-hotels-sardes-20200312

34 https://emmaclancy.files.wordpress.com/2020/02/discipline-and-punish-eu-stability-and-growth-pact.pdf

35 https://www.lemonde.fr/economie/article/2019/07/03/l-italie-echappe-a-une-procedure-disciplinaire-de-la-commission-europeenne-pour-deficit-excessif_5484985_3234.html

36 https://www.touteleurope.eu/fonctionnement-de-l-ue/budget-europeen-pays-contributeurs-et-pays-beneficiaires/